A mí el asunto me recuerda a una de esas noticias de la sección del TBO 'Increíble, pero mentira', y sin embargo el Profesor Andrew Mack, director del estudio, cuenta con mucho entusiasmo que la explicación de esta paradoja está en el esfuerzo humanitario internacional que generan las guerras. Al atraer la atención de agencias internacionales y ONG, los servicios de salud, alimentación y atención social mejoran considerablemente, y eso salva un número de vidas mayor que el que la guerra destruye. Utilizando como ejemplo la RD del Congo, los autores sugieren que la cifra real de muertes como consecuencia de la guerra es mucho menor que los casi 5,5 millones que ahora se dan por buenos.
Vivir para ver.
Como es lógico, la investigación ha sido fuertemente contestada por organizaciones como el International Rescue Committee, que calculó la cifra de víctimas en la guerra de la RDC. Arguyen que sus cálculos fueron publicados (y revisados) en tres revistas científicas de prestigio, y señalan el verdadero riesgo de este publicitado estudio: en su opinión, lo único que necesitan los donantes es una nueva excusa para dar otro paso atrás en los conflictos que asolan África. Existe una razón por la que se denominan 'conflictos olvidados', dicen, y controversias como ésta no harán nada por sacarlos del olvido.
No sé quién tiene razón en este asunto, pero, francamente, no estoy seguro de que tenga mucha importancia. Es posible que los muertos en la guerra del Congo sean 500.000 más o menos que los declarados oficialmente. Lo verdaderamente noticioso es que ni usted ni yo tengamos oportunidad de leer absolutamente nada de ello en los medios españoles. Hoy, como cada día, centenares de mujeres congoleñas han sido violadas por los diferentes grupos en conflicto. A lo mejor han sido decenas, pero incluso en ese caso me gustaría saberlo.