"La delegación española del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) recomendó al Ministerio del Interior que diera asilo a la mujer de nacionalidad nigeriana presunta víctima de trata que, conforme ha denunciado una ONG, ha sido expulsada de España. Según explicó ACNUR, la mujer solicitó asilo a las autoridades españolas y su petición fue denegada "pese a los informes favorables a la admisión al procedimiento emitidos" por este organismo internacional especializado en asilo y refugio."
La mujer está embarazada y con toda probabilidad es víctima de una organización que la obligaba a prostituirse. Como ha denunciado la Red Española Contra la Trata de Personas, esta expulsión contradice la nueva Ley de Extranjería, que protege de forma explícita a las mujeres víctimas de esta esclavitud del siglo XXI. El Ministerio del Interior se refugia en que el reglamento de la Ley aún no ha sido aprobado.
Tampoco fue aceptada la solicitud de asilo, a pesar de los informes favorables emitidos por ACNUR. Aunque España linda con una de las regiones más convulsas del planeta, nuestro país obstaculiza de manera sistemática la solicitud de asilo en nuestro territorio y embajadas, y rechaza después la inmensa mayoría de las solicitudes presentadas. De acuerdo con el último informe de CEAR, en 2008 "sólo 4.517 personas lograron solicitar asilo (un 41% menos que en 2007 y la cifra más exigua desde 1989) y únicamente 151 obtuvieron el estatuto de refugiado".
Este caso no es una excepción. En nuestro país se persigue a los inmigrantes irregulares de manera inmisericorde y con independencia de sus circunstancias; incluso antes de que pisen suelo español. Se hacen redadas en el Metro, se les espera a la salida de sus asociaciones o se les caza en las puertas de un comedor de caridad (como pude presenciar con mis propios ojos). Y se acosa de forma particular a quienes no son blancos.
Esto está ocurriendo en España, en el año 2010 y de la mano de un Gobierno socialista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario