Miles de mujeres españolas y extranjeras trabajan en nuestro país como empleadas del hogar. Cuidan de nuestros hijos y de nuestros mayores, atienden nuestras casas y hacen nuestras vidas posibles.
Y, sin embargo, no son trabajadoras como las demás: sus jornadas pueden llegar a ser de 14 y 16 horas; no tienen derecho al paro; y sólo cobran sus bajas laborales a partir del segundo mes. Cuando se trata de trabajadoras extranjeras, el miedo a perder el permiso de trabajo o a ser expulsadas las hace vulnerables a todo tipo de excesos, desde las jornadas abusivas hasta la retención de pasaportes por parte del empleador. Muchas internas reciben hasta un 30% de su salario en especie (comer y dormir en la casa en la que trabajan).
Son trabajadoras invisibles que hacen nuestras sociedades mejores y que merecen el respeto de nuestras leyes e instituciones. Si estás de acuerdo, únete a nosotros en la manifestación que tendrá lugar el próximo domingo 28 a las 13h en la Plaza Jacinto Benavente de Madrid.
Las migrantes bolivianas en España (que casi en su totalidad se insertan en el trabajo doméstico, o trabajo de los cuidados) envían el 40% de su salario (frente al 14% que envían los varones) a su país de origen. Y así, de euro en euro juntado por esa mujer boliviana que vive condiciones jodidas y jornadas larguísimas de trabajo, los hijos y las familias acá en Bolivia pueden tener mejor calidad de vida.
ResponderEliminar¿Pero quién piensa en los avatares que ellas pasan, día con día, para enviarle esa platita a sus familias? Creo que casi nadie...
Por lo visto sí hay alguien. La manifestación fue un éxito (dentro de lo cabe en estas cosas, claro). Pronto colgarán un vídeo en la página de Abriendo Mundos.
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