En Haití, el poder y la toma de decisiones, así como la riqueza, se concentran en la capital Puerto Príncipe, y la mayoría está en manos de unos pocos. El proceso de descentralización política y económica debe avanzar más rápido para que las autoridades locales puedan realizar sus funciones. En el período que siguió a las disputadas elecciones de noviembre de 2010, este proceso se debería haber combinado con un impulso para reducir la corrupción a todos los niveles, desarrollar la confianza mutua entre los ciudadanos y las autoridades haitianas, y hacer al gobierno más responsable ante la población. Los donantes, las agencias de Naciones Unidas y las Organizaciones no Gubernamentales (ONG) deberían trabajar con los gobiernos locales y apoyar este proceso.
El resto del análisis de Oxfam Internacional en el primer aniversario del terremoto de Haití está disponible aquí.
En este otro informe, elaborado por el equipo de investigaciones de Intermón Oxfam, encontrarán una explicación detallada y bien informada de la crisis humanitaria, sus raíces y sus consecuencias, incluyendo una valoración crítica del papel del Gobierno español.
Y ya. Es usted un soso, me dirán, y tienen razón. Pero es que esta semana me trae de cabeza y no quería dejar pasar estos dos estupendos de Oxfam. Ya habrá tiempo de decir mamarrachadas los próximo días.
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