martes, 21 de diciembre de 2010

Financiación del desarrollo: no miren tanto hacia arriba

Amigos, amigas: no todo es luto en las agencias oficiales de desarrollo. A lo largo del año 2010 los llamados donantes 'no tradicionales' (como China, India, Arabia Saudí o Venezuela) comprometieron paquetes de ayuda al desarrollo equivalentes a unos 15.000 millones de dólares: un incremento del 20% con respecto al quinquenio anterior y lo previsible es que su progresión sea algo más que aritmética en los próximos años.

Nos equivocaríamos si pensásemos que la importancia de la cooperación 'sur-sur' sólo es económica. Se trata de donantes nuevos, sujetos a consideraciones políticas diferentes de las que padecen e imponen las economías occidentales agrupadas en el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE. Las inversiones de China en las industrias extractivas africanas, por ejemplo, han venido acompañadas de un impresionante despliegue de programas de cooperación en materia de infraestructuras y capacitación del persona local; pero también de un relajo considerable en la transparencia y rendición de cuentas de los países africanos. (No hace falta destacar el entusiasmo con el que estos nuevos recursos 'incondicionados' han sido recibidos por la nomenklatura africana.)

Resulta difícil no considerar las extraordinarias implicaciones de estos procesos en la política regional de África, Asia y América Latina; y el modo en el que obligarán a las potencias tradicionales a situar sus fichas (y cooperantes).

Pero el incremento de la cooperación entre países en desarrollo también plantea preguntas fundamentales acerca del modo en que gobernaremos la globalización en los próximos años. Algunas de las principales economías emergentes han exigido -con todo derecho- mayor presencia en los foros internacionales de decisión (la fotografía en sepia de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, por ejemplo, difícilmente refleja las estructuras del poder en el siglo XXI). Pero ese derecho conlleva responsabilidades, y no todo el mundo parece pensar que países como China, India o Suráfrica las estén asumiendo.

Les cuento todo esto a propósito de una rara ocasión: la publicación del tercer Informe de la Cooperación Sur-Sur en Iberoamérica 2010, publicado por la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB). Hasta donde alcanza mi modesto entendimiento, este trabajo es el único documento regional de cooperación sur-sur que se publica en el mundo. Sus autores (entre los que destaca la investigadora Cristina Xalma) hacen un repaso informado y pormenorizado (incluyendo una utilísima relación de buenas prácticas) de la intensa colaboración que se produce entre países conocidos tradicionalmente por sus rencillas. El hecho mismo de que los miembros de la SEGIB hayan aceptado un trabajo de este tipo supone un paso adelante que nos reconcilia con una institución poco conocida.

Si están en el ajo, dense la oportunidad de bucear un poco en sus páginas. Aunque el informe facilita pocos detalles de la envergadura económica  de los proyectos, un simple vistazo a los programas de cooperación entre Venezuela y el eje bolivariano (esquema II.2), sin ir más lejos, debería dar que pensar a más de uno.

Enhorabuena a los premiados.

lunes, 20 de diciembre de 2010

El retrato de una crisis y la responsabilidad de un gobierno

En el día en el que Zapatero y su Gobierno miran hacia Moody's, grabemos a fuego estas palabras en la conciencia colectiva.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Delicias de Wikileaks en FP; Esos chinos malandrines; 2010 y el desarrollo; La dignidad del Perú; Clegg, revisited: Vínculos que me gustaron

- Les hablaba hace unos días del modo en que Wikileaks expuso las vergüenzas del embajador de EEUU en Harare. Esta semana les sugiero que visiten la muy interesante pieza de Foreign Policy en la que contrastan la información sobre varios estados fallidos (aunque uno llega a la conclusión de que lo realmente 'fallido' es el esfuerzo de la comunidad internacional por ayudarlos). Su página ha abierto toda una sección de análisis sobre los cables filtrados que realmente merece la pena. 

- Resulta fascinante el modo en el que nuestros gobernantes y empresarios se echan las manos a la cabeza cuando las economías emergentes aplican las mismas recetas que en algún momento nos fueron bien a nosotros. Lean en esta entrada de Chris Blattman sobre los supuestos apuros de la española Gamesa ante la política industrial del Gobierno chino.

- Mi colega Stephen Hale hace un repaso navideño de las noticias del desarrollo en este año 2010. No olviden llevarlo bajo el brazo a la cena de Nochevieja, que estas cosas gustan mucho.

- FronteraD (ya les he hablado en otras ocasiones de esta espléndida y heroica publicación digital) habla esta semana de la guerra que tuvo lugar en Perú durante los años 80 y 90, ofreciendo una mirada digna de sus víctimas. Algunos de los periodistas que mantuvieron el tipo y la decencia durante aquellos años duros continúan hoy poniendo al poder contra las cuerdas. 

- Y el vídeo de la semana: Nick Clegg, mamporrero liberal del gobierno de David Cameron, en un par de cortes que sus asesores y terapeutas quisieran ver borrados del mapa cibernético.  

Que lo disfruten.


jueves, 16 de diciembre de 2010

Feliciten a Fariñas. Su premio es la buena noticia del día.

Si quieren felicitar a Guillermo Fariñas por el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia 2010, Yoani Sánchez ha ofrecido en twitter su teléfono para enviarle un mensaje: +5352415708.

(Gracias a Nacho Torreblanca por la pista).

Los americanos, desolados por los altísimos niveles de ayuda al desarrollo... proponen multiplicarla por diez

De la página de Aidwatch:

Me pregunto si los españoles tienen una opinión muy diferente.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Más valoraciones de la Cumbre de Cancún

Una buena amiga, que conoce de muy primera mano el proceso de negociaciones del clima, me remite estas notas que pueden interesarles también a ustedes:

De las cosas más interesantes de la cumbre de Cancún es el empuje al portafolio de mitigación, que va más allá de lo forestal. No en los países industrializados (¿para qué seguir tonteando con torpes promesas?), sino en los países en transición y en desarrollo. La preparación de los NAMAs (estrategias de mitigación) viene íntimamente ligada al concepto de desarrollo de bajo consumo. Parecerá de perogrullo, pero es una buena noticia que se asiente la lucha contra el cambio climático como algo indisociable del término desarrollo (no siempre ha sido así). Si estas estrategias se ponen rápidamente en marcha, y efectivamente el Fondo Verde Global se dota de fondos, serán buenas noticias para la agenda de cambio climático, pero sobre todo lo serán para la agenda del desarrollo. Máxime en este contexto donde la Ayuda Oficial al Desarrollo va en caída libre, es importante que el caudal de los fondos etiquetados “cambio climático” se utilice sabiamente para apoyar el desarrollo (no sólo la inversión o el crecimiento) en los países menos adelantados. 
A pesar de lo que predecían los más agoreros (el adiós al régimen de Kyoto), las alteraciones propuestas al mercado de carbono han sido mínimas y favorecedoras a los mercados. Por ejemplo la inclusión de los "proyectos sumidero” (Carbon Capture Storage) en la lista de elegibles como Mecanismos de Desarrollo Limpio. Una vez más se constata el gran respeto que nuestros gobiernos profesan hacia Don Mercado, a diferencia del desprecio que Don Mercado profesa hacia nuestros gobiernos
Al final, como casi todo en desarrollo, la cosa mejoraría sustancialmente con "un poco de azúcar en la píldora que os dan...": eso que llaman “buen gobierno”. El asunto de la "Gobernanza Global" (palabro, perdón) también está en el tapete del clima. Revelador, en mi opinión, el que el G77 [que agrupa a 130 países en desarrollo]se haya resistido entre bambalinas y cual gato panza arriba a que sea el Banco Mundial la entidad administradora del futuro “Fondo Verde Global”. Lo será igualmente de manera interina (la realidad es terca y dura y no parece que hubiera muchos más ases en la manga) hasta que se establezcan los mecanismos de gestión definitivos, pero si yo fuera Robert Zoellick me preguntaría de dónde sigue emanando tanto cariño hacia una institución cuyo eslogan es, sin embargo, “trabajando por un mundo sin pobreza”. 
Y termino con una "kind correction": EEUU ya no es el máximo emisor de CO2. China tiene los honores desde hace ya algún tiempo (no así en emisiones per cápita donde EEUU sí sigue a la cabeza). Ver aquí los datos del "Union of concerned scientists". 

Contra los Centros de Internamiento

Como es Navidad, el Parlamento Europeo rechazó ayer (por ahora) la directiva sobre el "permiso único" que pretendía formalizar un sistema de castas entre trabajadores comunitarios y de países terceros. En su peculiar concepción del mundo, la Comisión Europea y sus 'hooligans' de los partidos conservadores estaban dispuestos a consolidar un marco laboral en el que el color del pasaporte establece discriminaciones fundamentales entre colegas de fábrica o despacho, por ejemplo a la hora de percibir las pensiones a las que cada uno de ellos tiene derecho. No deja de sorprenderme el modo en el que Europa ignora en sus políticas de inmigración todas las lecciones valiosas que ha aprendido en el último medio siglo acerca de los riesgos de establecer la raza y la nación como determinantes de derechos fundamentales.

Así que tres hurras por socialistas y liberales. Pero no se me entusiasmen demasiado; la de ayer es una de las escasas noticias buenas que recibirán los inmigrantes este año. La crisis ha puesto a sus comunidades en el disparadero y proliferan en los países europeos todo tipo de políticas de acoso más o menos legal contra los trabajadores extranjeros y sus familias. Desde la complicación kafkiana del derecho de reagrupación a las redadas 'selectivas' en estaciones de Metro, la restricción de servicios sociales o el 'deber de informar' (una reminiscencia de Vichy), la imaginación de los burócratas de la UE es inagotable.

Entre todas estas medidas destaca con luz propia la de la reclusión forzosa de extranjeros en los Centros de Internamiento que adornan varias ciudades españolas. Se priva de libertad a individuos que han cometido una falta administrativa (mezclándolos con delincuentes confesos); se humilla a los internos y a sus familias con los regímenes de visitas; y se cultiva la desinformación y la angustia de los afectados. En la mayor parte de los casos, estos procesos ni siquiera derivan en una expulsión, sino que constituyen un mero castigo institucional y un mecanismo intolerable para inflar las estadísticas del Ministerio del Interior (del mismo Gobierno socialista cuyos eurodiputados se rasgaban ayer las vestiduras por la discriminación de los inmigrantes). Pueden consultar más detalles en las páginas de Inmigrapenal y en el último informe presentado por Pueblos Unidos.

Nada mejor entonces que celebrar el Día de los Trabajadores Migrantes saliendo a la calle y haciendo un canto a la decencia política y al sentido común. Si viven ustedes en Madrid o están de paso navideño, quizás quieran incorporarse a la concentración por el cierre de los CIE de que tendrá lugar en la Pza. Eugenia de Montijo (Metro Eugenia de Montijo) el próximo sábado 18 a las 4pm (también habrá concentraciones en Barcelona, Valencia, Málaga, Motril y Algeciras). Con toda franqueza, no se me ocurre una causa más urgente.

martes, 14 de diciembre de 2010

Tras Cancún, contengamos la respiración

Los informes y valoraciones más fiables de la Conferencia de Cancún coinciden en un punto fundamental: los países negociadores han reconocido la envergadura del problema y sentado las bases para un acuerdo multilateral. Tal como estaba el patio, no es poca cosa, pero no conviene sacar las botellas hasta saber cuánto de todo esto se verá materializado de aquí al COP17, que tendrá lugar el próximo año en Durban (Sudáfrica).

La lista de joyas de esta cumbre incluye:

  • Un acuerdo para limitar el calentamiento global a los 2ºC (con una posibilidad remota de considerar el límite de 1,5º que piden las ONG y los científicos). Eso supondría que los principales contaminadores (con EEUU a la cabeza) deben aceptar recortes de entre un 25 y un 40% en sus emisiones para el año 2020, lo cual sería una consecución histórica. 
  • Un Fondo Verde global para la financiación de los gastos de adaptación y mitigación del cambio climático en los países en desarrollo. Los números no están claros todavía, pero el paso tiene una importancia extraordinaria. Oxfam ha calculado que los costes de adaptación (sobre todo de los países más pobres) y mitigación (sobre todo de las economías emergentes) rondaría los 100.000 millones de dólares anuales en cada caso, así que háganse ustedes una idea.
  • Un mecanismo para proteger zonas forestales y vincularlas a la financiación del clima. Esta herramienta (conocida como REDD) ofrece para los países pobres un enorme potencial de recursos, pero también la amenaza de que la expansión de zonas forestales se haga a costa de las tierras más productivas de las comunidades campesinas.

Como señala el bien informado blog Political Climate, una de las claves del acuerdo ha sido la calculada ausencia de los líderes de los países negociadores, cuya lucha de egos en Copenhague convirtió la cumbre en un circo de tres pistas. Uno quisiera pensar también que, a pesar del entusiasmo mediático de escépticos e idiotas, la idea de que trotamos alegremente hacia un verdadero cataclismo planetario ha empezado a cuajar en ministerios y empresas. Pero, como les decía, esperemos a Durban. Nunca es tarde para una buena decepción multilateral. (Y, si no, pregúntenle al Ministro Sebastián, que recibió estas buenas noticias mientras firmaba un nuevo paquete de ayudas al carbón, responsable del 50% de las emisiones en España. Eso es lo que adoro de este Gobierno: su desparpajo.)

domingo, 12 de diciembre de 2010

La verdadera importancia de las filtraciones de Wikileaks

Recuerden sus principios, una nueva lección de sentido común de Soledad Gallego-Díaz:
Es posible que sea la reacción de la Administración norteamericana ante la revelación de los documentos, y no el contenido mismo de esos papeles, lo que termine realmente por minar la reputación de Estados Unidos. En el fondo, los documentos de la Secretaría de Estado no revelan secretos que le perjudiquen, sino las mentiras que han dicho en público, no ellos, sino buena parte de sus aliados, políticos españoles incluidos. Sea como sea, lo que es evidente es que los ciudadanos se sienten cada día menos seguros de la honestidad democrática de sus dirigentes. Basta con leer el último informe de la organización Transparencia Internacional sobre la percepción de corrupción en Estados Unidos y en la Unión Europea y su principal conclusión: los ciudadanos creen que ha crecido alarmantemente en los últimos años.
El resto del artículo está disponible aquí.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Las noticias de mi muerte han sido una exageración

Buceo en el parnaso informativo de los archivos de Wikileaks y me topo con un cable enviado por el embajador de EEUU en Zimbabue en 2007 donde describe la conflictiva situación política del país y aventura el futuro del dinosaurio de Harare, Robert Mugabe. Esta vez sí -se entusiasma el diplomático- Mugabe está al borde del precipicio: "(...) mis puntos de vista se resumen simplemente en 'mantened el curso y preparaos para un cambio'. Nuestra política aquí está funcionando (...)". Unos párrafos después, insiste:
Con estos antecedentes, estoy convencido de que estamos el fin del régimen de Mugabe está muy cerca. Por supuesto, mis predecesores y muchos otros observadores dijeron algo parecido, y Mugabe está aún entre nosotros. Sin embargo, creo que esta vez va a ser diferente (...)".
Mugabe cumplirá el próximo mes de febrero 87 años, treinta de los cuáles se los ha pasado presidiendo una dictadura devastadora en su país. El entonces embajador en Zimbabue ha sido sustituido por otro, y es más que posible que Mugabe entregue credenciales a alguno más antes de estirar la pata.

Su caso es un paradigma de todo lo que funciona mal en los regímenes africanos, y una lección que deberíamos tener muy presente cuando leemos las tres líneas escasas que nuestros periódicos dedican, por ejemplo, al pucherazo en las recientes elecciones de Costa de Marfil.