miércoles, 8 de diciembre de 2010

Porqué los ministros de inmigración deberían haberse hecho un hueco en la Conferencia del Clima de Cancún

Si les gusta viajar, alegren esa cara. De acuerdo con el Tyndall Centre for Climate Change Research, la esclerosis de la comunidad internacional en la lucha contra el calentamiento global (un futuro de +4ºC) disparará los desplazamientos internos y las migraciones forzadas. En concreto, cerca de 1.000 millones de personas se verán obligadas a abandonar sus hogares a lo largo de los próximos 90 años. De la que salen, muchos de estos desplazados verán sus países devastados por inundaciones, sequías interminables y conflictos alrededor de recursos escasos como el agua y la tierra productiva.

El informe fue presentado esta semana en Cancún, en una Conferencia del Clima que brillará con luz propia en el Museo de las Oportunidades Menguantes. Las expectativas se han ido reduciendo de tal manera que lo que hace sólo dos años parecía intolerable se acepta hoy con un pragmatismo que escandalizaría al mismísimo Kissinger.

Muchos ven en este gráfico una especie de traductor universal Google del estado de las negociaciones (refleja el caso británico, así que multipliquen la brecha por cuatro en el caso de España y similares):


Es probable... pero profundamente miope. En realidad, no hay modo de representar las variables económicas, sociales y políticas del próximo siglo con independencia de las medioambientales. Cuanto antes nos demos cuenta antes dejaremos de perder el tiempo y centraremos las negociaciones en lo que sí es posible salvar antes de llegar al pacto global.

Mientras tanto, vayan preparando las maletas.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Estoy en la onda

Así es, improbables lectores: se acabó el manguito y la carga de tinta Waterman. Mi personal trainer en materia de nuevas tecnologías acaba de auparme a la cresta de la ola con una cuenta en Twitter y otra en Eskup (la de Facebook la manejaba ya con envidiable soltura). El mero rumor ha encendido el entusiasmo de los internautas y cuento con 3 seguidores en la primera y 1 en la segunda. ¡Tiembla, Britney Spears!

Me encantaría perorar durante horas sobre las ventajas de cada una (y de una sobre otra), pero, con toda franqueza, no las entiendo muy bien. Bastante me cuesta ya entender cómo es posible decir algo con cierta coherencia en 240 caracteres (algunos no pueden hacerlo ni en 240.000, pero ése no es un consuelo). 
El autor y unas amistades en la
presentación de su cuenta twitter

Así que, niños y niñas, si también están ustedes en la onda y quieren auparse a mis idioteces cibernéticas, ésta es la ocasión. Además de las inevitables referencias a nuevas entradas del blog procuraré ir enviando otra información relacionada con los asuntos que nos ocupan.

jueves, 2 de diciembre de 2010

La ayuda española como Benjamin Button

Cuatro años buenos. Cinco, incluso. Y sólo unos meses para echarlos por la borda.

900 millones de euros recortados en 2011 y el compromiso de alcanzar el 0,5% del PIB en AOD evaporado. El 0,7% ni está ni se le espera.

Ausencia de evaluaciones sistematizadas o de mecanismos eficaces de aprendizaje.

Irrisoria orientación a la ayuda presupuestaria, sectorial o cualquier otra herramienta que caracterice un sistema de cooperación moderno.

Una ayuda multilateral atomizada y carente de estrategia.

Personal cualificado en desbandada, justo cuando la frágil arquitectura institucional construida en los últimos años empieza a desmoronarse.

Retórica pro-Robin Hood en Nueva York y práctica pro-Sheriff de Nottingham en el G20 de Seúl.

La oposición al rebote.

Dos años para salvar los mimbres de uno de los proyectos estrella del Presidente Zapatero.

Sepan del ascenso y derrumbe de la cooperación oficial española en el informe presentado hoy por Intermón Oxfam.

martes, 30 de noviembre de 2010

Todo lo que usted quiso saber sobre Cancún y nunca se atrevió a preguntar.

Después del desahogo de ayer, comparto con ustedes algunos vínculos útiles para entender las claves de la Conferencia del Clima en Cancún. La mayor parte de ellas están robadas del blog de Duncan Green:

- Miquel Muñoz, experto español en CC, les ofrece en esta entrada de Triple Crisis todo lo que deberían saber sobre la Cumbre, sus expectativas y sus antecedentes.

- The Economist hace un irreverente repaso del estado y retos de la adaptación al cambio climático. No se queden con los titulares: hay escenarios mucho peores que otros (pero todos exigirán una adaptación para lo que no siempre tendrán recursos).

- Si vive usted en país de nombre impronunciable y no se asustó lo suficiente con la entrada de ayer, échele un vistazo a este gráfico que publica el último informe de UNCTAD sobre Países Menos Adelantados. Para las regiones más pobres del planeta, la recurrencia de shocks climáticos en 2000-2010 se ha multiplicado por cinco con respecto a los años 70. Delicioso.


- Y, para los que tengan tiempo y ganas, todos los detalles de uno de los asuntos que más interesan a los países pobres en estas negociaciones: El Fondo del Clima para hacer frente a los casi 200.000 millones de dólares anuales que costará la mitigación y adaptación al CC en los próximos años. Gentileza de mis colegas de Oxfam.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Comienza la Conferencia de Cancún sobre Cambio Climático: es hora de hablar de la independencia de Cataluña

Amodorrados lectores: hordas de funcionarios, científicos y activistas (¿conferenciará Aznar en esta cumbre, ahora que es verde?) se dan cita a partir de hoy en las playas de Cancún para beber combinados y detener el calentamiento global. Que San Cucufato les ilumine.

Por si no tienen ustedes la suerte de estar allí, les propongo que entren en calor echándole un vistazo a este gráfico animado (que no 'animado gráfico') del servicio meteorológico británico sobre las consecuencias del calentamiento global de 4ºC hacia el que trotamos alegremente. (Una sugerencia: desactiven todas las pestañas de la parte inferior izquierda y vayan activándolas después una a una... e imagínense que viven en uno de esos países tan divertidos rodeados de círculos de colorines.)

Asusta, ¿verdad? Pues no se preocupen. Tras los resultados de las elecciones catalanas de ayer, cualquier asunto menor como el cambio climático quedará arrinconado para que podamos hablar largo y tendido de temas realmente importantes y futuristas, como la independencia de Cataluña y el modo en el que este conflicto atávico y trascendente rompe el corazón de patriotas a un lado y otro del Ebro. Todo lo demás puede esperar (y esperará, no les quepa la menor duda).

viernes, 26 de noviembre de 2010

jueves, 25 de noviembre de 2010

Ah, la polémica...

El asunto del que les hablaba el pasado lunes se ha ido enrocando estos días. Encontrarán una explicación más detallada de mi colega Rob Bailey en esta entrada y una contestación del autor inicial de los reproches a Oxfam en esta otra.

Insisto en este asunto porque no solo explica bien los dilemas económicos y sociales del precio de los alimentos, sino las dificultades que encuentran organizaciones y expertos para abordarlos de forma adecuada. Confío en no aburrirles.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Precios de los alimentos: ¿en qué quedamos?

Dani Rodrik, respetado economista de Harvard, critica en su blog los supuestos vaivenes en la posición de Oxfam sobre los precios internacionales de alimentos. Al parecer, tenemos la irritante costumbre de "acentuar lo negativo", quejándonos cuando los precios están bajos y protestando cuando los precios están altos.

El profesor Rodrik tiene razón. Cuando la competencia desleal de los países ricos y la liberalización unilateral (inducida) de las economías pobres obligaba a cientos de millones de campesinos a vender sus productos por debajo del coste de producción, Oxfam protestaba. Y cuando -en medio de una volatilidad mareante- el precio de los alimentos se multiplicó, incrementando el número de hambrientos en más de 250 millones de personas, Oxfam también protestó.

¿En qué quedamos?, dice el Prof. Rodrik. ¿No eran precios altos lo que habíamos reclamado?

Para un tipo que pasa las horas elaborando detallados modelos econométricos que le permitan interpretar una realidad que rara vez pisa, el desinterés por los matices resulta llamativo. Como señala mi colega Rob Bailey en la respuesta a las acusaciones de Rodrik (que éste ha tenido el buen gusto de colgar en su blog), nunca hemos dicho nada esencialmente diferente, pero la intensidad de los mensajes se ha ido adaptando a las circunstancias políticas y a la oportunidad de influir en ellas. Los campesinos pobres perdieron durante los años de la competencia desleal y el desmantelamiento de los mecanismos públicos de apoyo. Pero perdieron también cuando sus desventajas de partida (falta de crédito, insumos, tierra o mercados) les impidieron aprovechar las oportunidades de un mercado más rentable. Si consideramos que buena parte de los productores pobres también son consumidores pobres, el impacto sobre la seguridad alimentaria del mundo en desarrollo es fácil de comprender.

En realidad, estos y otros muchos detalles están en el camión de informes e investigaciones que hemos ido publicando en los últimos años con respecto a estos asuntos.

Y sí, tenemos ese defecto. Tendemos a centrar nuestra atención en los perdedores. Para dar un paso atrás y enfatizar los matices ya están los académicos de Harvard.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Monos, bosques y crecimiento: Política industrial para frikies


Recibo una invitación de la Fundación Ideas para escuchar la presentación de Marcela Escobari (directora adjunta del Center for International Development de Harvard) sobre el concepto del product space y sus implicaciones para las políticas de desarrollo. 


Si alguno de ustedes es un friki de la economía y tiene oportunidad de asistir a este seminario, no se lo pierdan. Si cumplen la primera condición pero no la segunda, buceen un poco en este fascinante asunto. Les explico por qué en este texto que escribí en una etapa en la que estuve relacionado con el CID y conocía a sus promotores:

Varios investigadores del Center for International Development (CID) de la Universidad de Harvard -liderados por Ricardo Hausmann- están desarrollando una fascinante derivación de las teorías que vinculan el comercio con el crecimiento económico.

Su punto de partida parece casi una obviedad: lo que exportas, cuenta. Dicho de otro modo, los países de riqueza menor se irán acercando a los países más desarrollados si producen y exportan lo mismo que éstos. La sofisticación de las exportaciones actúa entonces como un generador de innovación, capacidades e inversión, que acaban arrastrando al conjunto de la economía hacia espacios más rentables del mercado.

Para ilustrar su tesis, los economistas del CID han colaborado con un físico, César Hidalgo, que ha elaborado para ellos el mapa del 'espacio productivo'. Este mapa muestra la distribución de los diferentes sectores productivos de acuerdo a las capacidades que requiere cada uno de ellos. De este modo es posible ubicar las empresas de un país en el mapa y determinar si las capacidades con las que cuentan les permitirían ir trasladándose hacia zonas más rentables del mapa.


Esta es Bolivia, por ejemplo, en el año 2000 (más abajo indico dónde encontrar mapas de excelente calidad):






En su analogía, Hausmann utiliza la figura de los 'monos' para hablar de las empresas de un determinado país, y de 'árboles' para denominar a las industrias del espacio productivo. Los monos están señalados con cuadrados (más o menos grandes dependiendo de su importancia relativa en la economía nacional) y las industrias con círculos (que son más oscuros cuanto más rentables). Si miramos el mapa de arriba, los monos de Bolivia se encuentran concentrados en pocas y remotas regiones del mapa (hidrocarburos y textiles, fundamentalmente), por lo que tienen pocas posibilidades de 'saltar' a otros árboles más rentables. Esto significa que sus capacidades no son muy útiles para producir lo que producen los países más ricos.

De ser ciertas, las ideas de Hausmann y sus colegas suponen un refinamiento de la teoría clásica del comercio y de las recetas económicas que se han aplicado como una plantilla durante los últimos treinta años: en primer lugar, y a riesgo de disgustar a Adam Smith, un país no debe especializarse en lo que hace bien, sino en lo que hacen bien aquellos a los que las cosas les han ido mucho mejor. Segundo, el desarrollo de las capacidades que permitirán exportar productos más sofisticados difícilmente caerá del cielo; es imprescindible contar con una política industrial pública que sea activa e inteligente.

Y tercero: no hay recetas. Lo que es bueno para un país puede resultar letal para otro, porque sus capacidades están condicionadas por variables tecnológicas, geográficas y humanas que varían de un caso a otro. Yo encontré el caso de las industrias de textiles y las de confecciones particularmente ilustrativo. De acuerdo con este enfoque, y en contra de lo que podríamos intuir, las 'capacidades' que son necesarias para producir telas son muy diferentes de las que hacen falta para la industria de la confección (y así está señalado en el mapa), y sería un error empeñarse en que una venga necesariamente después de la otra.

Este resumen de un puñado de párrafos difícilmente hace justicia al fascinante trabajo de los economistas del CID. Si te interesa, puedes encontrar todos los materiales en su página web, además de una relación amplia de mapas por país (y año) en la página creada por César Hidalgo. Esta página también incluye una explicación pormenorizada de los mapas, que permite al lector jugar con ellos observando los detalles y analizando la evolución de cada país.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Niños

El nacimiento de mis hijos transformó el modo en el que entiendo la pobreza. La paternidad multiplica la empatía y permite comprender mejor la ansiedad o las esperanzas de unos padres que se enfrentan a la educación, la salud o la alimentación de sus hijos. Y la tragedia de no poder cumplir sus expectativas.

Leo anoche el espléndido informe hecho público por el Comité Español de UNICEF sobre La infancia en España 2010-11. El documento revela la inquietante realidad de cerca de dos millones de menores en nuestro país (1 de cada 4), cuyas familias viven en la pobreza o muy cerca de ella. Por primera vez desde que fue creado en España, UNICEF profundiza en los retos pendientos en la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada hace dos décadas, y con ello entra con argumentos en un debate demasiado reducido a funcionarios y académicos. [De hecho, una de las mejores noticias de este trabajo es mostrar la ilusionante deriva que está tomando esta organización en los últimos tiempos.]

Qué les puedo decir que no les haya dicho ya... Con este informe UNICEF subraya la misma idea que debería lucir en el fondo de pantalla de nuestros ordenadores: esta crisis no debe ser reducida a una batalla entre pobres. Las sociedades decentes y los gobiernos inteligentes se ponen del lado de las víctimas, estén donde estén. Cuando escuchen hablar de menores españoles en riesgo social, de inmigrantes irregulares, de víctimas del cólera en Haití o de refugiados saharauis, no se equivoquen: es la misma música con diferentes letras.